viernes, 5 de marzo de 2010

La Guerra de los Pasteles

Santa Anna es destituido como presidente. Cuando los ciudadanos franceses le exigieron al gobierno mexicano una indemnización por los daños causados por las tropas de Santa Anna años atrás en sus negocios, no hubo respuesta por parte del gobierno mexicano, así que en 1838 mandaron una expedición que bloqueó a Veracruz y ocupó la plaza hasta que el daño fuera pagado. Santa Anna tomó de nuevo las riendas del ejército y se dirigió a Veracruz, donde hizo retroceder a los invasores hasta el muelle, pero en ese momento, los barcos franceses abrieron fuego de artillería contra los mexicanos, resultando herido en una pierna. Después de esto, hizo que se celebrara toda una ceremonia funeraria en honor a su pierna perdida. La gente se conmovió ante el sacrificio de Santa Anna y lo aclamó como héroe de la Patria.

Esto le dio una gran publicidad, lo que le permitió ocupar la presidencia de nuevo en 1839, 1841 y 1844, anunciando ya el estilo totalitario que distingue su último periodo.

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